Una de las
técnicas básicas de la PNL son las anclas mentales. A veces es importante poder
acceder o activar de forma rápida estados emotivos complejos, por supuesto,
positivos. Esto lo podemos lograr mediante el anclaje, utilizándolo
conjuntamente con el acceso al sistema de representación de cada persona. El
anclaje es un “proceso de condicionamiento emocional en el cual una experiencia
o estado emocional del pasado del individuo se ha asociado a un estimulo
especifico y reaparece en el presente, con determinadas consecuencias” (Carpio,
M., 2009). Por tanto, la persona, puede revivir estados emocionales o
sensaciones que una vez experimentó. Pueden ser visuales (imágenes, expresiones
o gestos de personas); auditivas (un tono de voz, sonidos, ruidos, música);
Kinestésica (olor, sabor, contacto físico, textura, movimiento, etc). Anclas
experiencias y situaciones positivas. Para desactivar el anclaje “la persona
asociará dos representaciones incompatibles para neutralizar la situación que
le es incómoda, por ejemplo: Dulce-salado, silencio-ruido, claro-oscuro”
(Carpio, M., 2009). Hay diversos tipos de anclaje, de hecho es una técnica que
se aplica transversalmente en el proceso
de intervención de cualquier sujeto. Puede también ser incorporada a
otras técnicas o usarla, conjuntamente, con otras para potenciarlas. Acá
expondremos un ejercicio que consideramos básico y útil para las variables en
cuestión (creatividad, concentración, construcción de personajes, etc).
Ejercicios de anclaje.
Este
ejercicio se llama Colapsamiento de Anclas[1], con
ancla potenciadora (Adaptado de Carrion, Practitioner, 2008).
Pautas:
Te voy a pedir que vivas “asociadamente” dos experiencias distintas.
a) Siéntete
en un lugar cómodo, preferiblemente aquel donde sueles escribir o crear…
b) Ahora, en
ese sitio, te voy a pedir que recuerdes una experiencia o situación del pasado
donde te sentías creativo, confiado y
lleno de recursos o algún momento
positivo, motivador, relativo al proceso de escribir. Tráela al presente, “asociadamente”,
es decir: vas a imaginarte dentro de la situación, vas a escuchar tu voz, sentir lo que sentiste en esa ocasión, los mismos gestos... Revivir la experiencia.
c) Entonces,
cierra los ojos y cuenta 1, 2 y 3 para iniciar el recuerdo. Debes hacerlo
“asociadamente”, viviendo de nuevo “ese momento”, contigo dentro,
experimentándolo todo, otra vez. Y si puedes, vas a empezar a hacerte preguntas
para estimular los sistemas de representación (visual, auditivo y kinestésico
-sensaciones, movimientos, olores y sabores). Y cuando estés en los puntos
álgidos de esas sensaciones te vas a
anclar kinestésicamente. ¿Qué significa eso? Quiere decir que suavemente
vas a tocar una parte de tu cuerpo del lado izquierdo, por ejemplo: tu rodilla
izquierda o codo izquierdo.
d) Las
preguntas para conseguir estimular “ese momento creativo o motivador”, serían:
¿qué siento?, ¿Tengo alguna sensación corporal externa?, ¿Dónde?. Descríbetela
y revívela. ¿Cómo respiro cuando me encuentro en ese estado?, ¿Tengo algún
dialogo interno?, ¿Qué oigo a mi alrededor?, ¿Cómo suena mi propia voz?, ¿Puedo
ver claramente lo que ocurre afuera?, ¿Hay colores?, ¿Qué color predomina?, ¿Puedo
oler algo en ese estado?, ¿Recuerdo sabores u olores particulares?, ¿Cómo son?,
¿A qué saben?. Conforme vas teniendo acceso a cada experiencia o sensación y,
consideres que estás en el punto más álgido o intenso de la misma: Ánclate en el mismo punto y de la misma forma (rodilla o codo
izquierdo, el que hayas escogido…). Siempre la misma ancla.
e) Refuerza y
comprueba el anclaje, o sea activa el ancla y comprueba que vuelves a
experimentar esa experiencia motivadora, creadora, de placer, satisfacción. Si
no es así. Repite cada etapa de 2 a 5, hasta que lo logres.
f) Una vez terminado ésta, sal del “momento” y
“disóciate”, pensando por ejemplo en una zanahoria: ¿de qué color es?, ¿cómo es
su sabor? ¿si está sabrosa?... y cuando haces esto, sacúdete y muévete de
lugar.
g) Ahora
siéntate en otro mueble o silla (mejor si es incomoda), tal vez dentro del
mismo espacio y trae al presente un momento o tarea en el que te hayas sentido
ineficiente, limitado o bloqueado, no importa cuál.
h) Conforme
vayas reviviendo y recordando la situación limitante “asociadamente”, ¡Ánclala!. Esta vez en la otra rodilla
o codo derecho (a). Esto lo harás cuando experimentes el punto
más álgido de la experiencia.
i) Ahora, ¡disóciate! Y piensa en una zanahoria de
nuevo. Muévete, sacúdete, mientras piensas en la zanahoria.
j) De nuevo, siéntate en tu sitio creador o donde
sueles escribir. Allí, vas a relajarte y activar
ambas anclas: las dos rodillas a la vez, o los dos codos a la vez… Simultáneamente, (los que hayas escogido, pero ambos: derecho e izquierdo).
k) Una vez
que observas que se genera un estado de confusión o neutro, entonces levanta la
mano que activa el ancla del estado limitante (o sea la derecha) y mantén
presionada, por unos instantes más, la mano que tienes en tu rodilla o codo
izquierdo (ancla que activa el estado
potenciador), hasta que experimentes una sensación de confort, alegría o
placer… Suelta.
l) ¡Listo! Ya tienes tu ancla potenciadora. Ahora cada vez que te encuentres de nuevo en un
estado limitante o “bloqueado”, para escribir…, relájate!. Siéntate en tu ancla
espacial (sitio donde escribes o creas) y reactiva tu ancla potenciadora corporal (codo o rodilla izquierda). Y a
escribir…
Existen numerosos ejercicios de anclajes,
hay uno muy interesante donde podemos potenciar nuestra capacidad de percibir a
través de nuestros sentidos o conectarnos con nuestro estado “interior”, se llama Apilamiento de Anclas. La aplicación de esta técnica sería muy interesante y útil, para crear los
personajes de los cuentos o relatos… Se efectúa mediante la construcción de
estrategias potenciadoras de la misma naturaleza, ya que con el anclaje podemos
grabar todas aquellas experiencias que resulten útiles y beneficiosas. La conforman dos aplicaciones:
I. Ancla
sintonizadora con el entorno, en la cual potenciamos nuestros sistemas de representación.
II. Ancla
de sintonización interna, la cual nos conecta con nuestro “yo interno”, con nuestras emociones
mas placenteras y poderosas, nuestros recursos…
2. El
REENCUADRE o reframing: ¿Qué hago yo para cambiar aquello que me
molesta o limita? ¡Reencuadro!...
Es una técnica muy
aplicada en PNL y va de la mano con el anclaje. Consiste en aplicar un nuevo marco
a algo que queremos cambiar (una situación, aspecto, experiencia, emoción…),
“ver las cosas de otra manera”. Por ejemplo una situación de dolor muscular (al
hacer ejercicio), se percibe como negativa si la valoramos negativamente. Con
el Reencuadre podemos modificar esa valoración, a través de sentimientos o
emociones. Entonces, la apreciaremos como menos negativa o incluso positiva,
asociándola al valor del ejercicio físico (de cómo se han fortalecido los
músculos o su beneficio para la salud). “El reencuadre está presente en
literatura y en creatividad, cuando se coloca un hecho común en un nuevo marco,
esta vez útil y placentero. Se basa en supuestos tales como: la gente tiene los
recursos que necesita para cambiar. Se trata de construir sobre los cimientos
que la persona ya posee” (Carpio, M., 2009).
Y el Reencuadre tal como lo citan Schwarz y
Schweppe (2001):“Es un cambio de las modalidades y submodalidades pero a un
nivel superior. La imagen total interior se modifica mediante una nueva
interpretación, que concuerda con los sentimientos y, al mismo tiempo, con la
percepción subjetiva”. Un ejemplo de ellos: Un paciente que tenia fuertes
dolores de cabeza y al aplicar el reencuadre, encontró una nueva
reinterpretación para ese dolor: “ Hay un lugar en mi cabeza donde se generan
en ese momento nuevas ideas…”. Al tener ese nuevo marco, el subconsciente lo
aceptó y se le quitaron sus dolores.
Ejercicios
de reencuadre.
Reencuadra una situación para que te sea
útil, placentera y satisfactoria[2].
Pautas:
Pautas:
a) Piensa en
una situación que deseas modificar. Haz una respiración en siete. Toma aire por
la nariz contando hasta siete, retén el aire durante siete segundos y bótalo por la boca haciendo el sonido de
una abeja en siete segundos.
b) Ubica la
situación limitante o aquella que deseas modificar. Y en un espacio seleccionado por ti comienza a desplazarte en diferentes direcciones, haciendo ejercicios de
respiración.
c) Imagínate
que estás en un puerto y te introduces en una lancha, comienza a mover tus brazos
como si estuvieses remando en el bote, sigue desplazándote.
d)
Piensa que llegas a una isla, que desciendes del
bote y en cualquier lugar de esa isla,
la cual imaginas desértica, de arena color amarillento y textura gruesa, comienzas a abrir un hueco bien profundo… Se escucha el graznido de las aves y
el aire fuerte golpea la piel.
e) Continúa respirando, es importante. Ahora, introduce en ese hueco "esa situación" o "situaciones" limitante(s) o
insatisfactoria(s). Una vez colocada(s) en el hueco, comienza a lanzar tierra
sobre él y tápalo. Párate encima del mismo y comienza a pisotear lo que allí
enterraste. Observa que el color de la tierra cambió y ahora es oscuro.
f)
Lentamente, inicia el camino de retorno, respira profundamente, toma aire por la nariz, retén y bota por la boca. Siente la arena que ahora tiene una textura fina y suave, que el aire acaricia tu piel y
el cielo tiene un color azul en donde destacan las nubes muy blancas, hermosas, que se desplazan con ligereza, porque el viento las mueve acompasadamente y
pareciera que danzan.
g) Toma un
nuevo bote. Ahora te diriges a un nuevo puerto, en donde el sol brilla
intensamente para ti. Imagínate que te encuentras con amigos que tenías tiempo
sin ver, Salúdalos y comparte con ellos tus nuevos proyectos de vida, tus
sueños con acciones concretas en tiempo y espacio. Observa como estas vestido en ese momento, que colores tiene la ropa que llevas, escucha lo que tus amigos te dicen de ese
nuevo proyecto, escucha lo que tú te dices frente a las diferentes acciones que
quieres emprender para sentirte satisfecho, diferente completamente a la situación inicial.
h) Imagínate
que a esa pintura vieja tú le cambiaste el marco….
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