Es común oír, observar, escuchar, leer
acerca del bloqueo y la falta de creatividad, que sufren en diferentes
situaciones los escritores o redactores de alguna crítica o artículo, o
inclusive cualquier persona que intente escribir un texto de algunas páginas
con motivo de un trabajo de estudios, una tesis de grado o, simplemente, un
relato creativo… Basta con buscar material o información acerca del tema y
conseguiremos infinidad de especialistas tratando estos puntos.
Así mismo, cuando más nos sumergimos en este
apasionante arte, observamos como la formación de escritor requiere de un
arduo trabajo de lectura, escritura y corrección… Y en ese proceso, elementos
como la creatividad, la motivación, la concentración y la disciplina son
vitales para que el aprendiz de escritor, logre expresar todo el potencial que
lleva dentro de sí.
“No conviene olvidar que la
«creatividad literaria» es una habilidad y un oficio, y que como tal requiere
de práctica y experiencia. No basta con seguir el modelo o técnica para llegar
a ganar un premio literario, hay que trabajar con disciplina v constancia. Muchas
horas de labor «ensuciando» hojas. Has de arrojar muchos documentos a la
papelera para que al término puedan brotar auténticas obras de calidad”
(Carrión, “Master”, p.498).
Con relación a lo expuesto, es interesante preguntarse o descubrir cuando se escribe: ¿Quién es esa persona que esta escribiendo en
ese instante?. ¿En ese preciso momento creativo?... En nuestro caso: ¿Quién es esa Mariana que en el “aquí y en el ahora”
quiere decir algo?... ¿Quién (de nuestros "Yo") está presente, ahora, para narrar esta historia o cuento?... Entonces, si logramos responder cada pregunta, descubriremos cada (coloquen su
nombre) que escribe y en qué momento y
donde… Y se podrá traer a nuestro consciente cada vez que uno desee escribir.
Inclusive se podrá recurrir a todas “ellas” (llamémoslas subpersonalidades)
cuando uno quiera y entonces, nuestra creatividad e imaginación se potenciarán.
En este sentido, es importante también descubrir nuestros propios valores (los que nos guían y los que nos hace ser quienes somos)... Los cuales tienen que ver con nuestras creencias, pero van más
allá de ellas… Los que forman parte de nuestra “esencia” y no tienen nada que ver con los valores convencionales, o
heredados, o sociales, o tradicionales de nuestra educación, etc. Igualmente es
substancial que conozcamos ¿cuál es nuestro verdadero propósito cuando escribimos? ¿Qué buscamos? ¿Qué se pretende alcanzar? ¿Qué hay mas allá? El
poder descubrirlos (valores y propósito…) hará que nuestra fuente de inspiración sea
realmente significativa y nuestra motivación poderosa.
©Mariana Nuñez Vargas/ Julio 2015
Un micro relato, para disfrutar...
©Mariana Nuñez Vargas/ Julio 2015
Un micro relato, para disfrutar...
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