1999
Cuando
las chicharras de mi cabeza
anuncian su canto...
sólo queda dar cabida
a la lluvia, que anuncia el tiempo
para limpiar el alma
Se diluyen los grises y
¡estallan complejidades reprimidas!
Dejando salir a borbotones
heridas desconocidas y
querencias olvidadas...
Ingenuas caen
las fachadas conocidas
Deambulo por caminos paralelos y
sorprende de nuevo
el asombro...
¡Agradecida!
Brota y calienta el sol,
dentro...
Los sueños aún me hablan... Por. Mariana Nuñez V
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